Seguro que eres de las mías, tienes un montón de ovillos de mil colores en mil cajas, reservados para una labor que todavía no sabes cual es. Además cuando acabas una labor y te sobra un poquito de lana ¡que haces con ellas! El ovillo se ha enredado un montón. Igual vas acumulando ovillitos en las mil cajas que tienes en las estanterías, debajo de la mesa o en cualquier rincón de la casa. ¡Vamos a poner un poco de orden!
No hace falta comprarte una gran estantería con sus cajas ordenadas por tamaño y color, sino que existen maneras algo más caseras que no están nada mal para empezar. ¿Tienes unas pinzas para tender la ropa? Pues aquí una primera solución.
No tires esos finales, siempre podrás aprovecharlos para hacer un pompom, quizás coser una costura de un cuello, hacer una bufanda multicolor… ¡Nunca se sabe! No se desperdicia nada y si lo puedes tener ordenado mucho mejor.
En cuanto acabas una labor ¡no esperes más! Haz de nuevo el ovillo, por muy pequeño que te quede y para que no se te deshaga pon un clip del pelo y así impedirás que si se te cae o lo dejas en una caja acabe hecho un ovillo enredado.
Es una manera de empezar a poner orden en tus lanas y tus hilos. Poco a poco irás acumulando pequeños ovillos con los que podrás hacer una gran manta. Si tienes ideas de cómo evitar que se te enreden los ovillos no te olvides de hacer fotos y colgarlas en las redes con el hashtag #weareknitters.