Hacer cambios de color en crochet es mucho más sencillo que hacerlos en punto, pero aún así es una técnica que impone respeto, sobre todo si hace poco que hemos empezado a tejer.
Hoy te enseñamos a hacer correctamente un cambio de color con dos variantes distintas, ¡prepara tu aguja de ganchillo y tu ovillo de lana!
1. Un punto antes de donde quieras realizar el cambio de color, inserta el ganchillo en el punto de la manera que lo haríamos normalmente.
2. Coge hebra y saca el ganchillo a través del punto, pero no lo completes, quédate en este paso.
3. Tendrás dos bucles en el ganchillo. Ahora, ayudándote del dedo corazón, sujeta la hebra del nuevo color (el color con el que quieres tejer los siguientes puntos) a la parte trasera de la labor, no es necesario hacer ningún nudo.
4. Coge hebra con el nuevo color y esta vez sí, completa el punto como lo harías normalmente. ¡Acabas de hacer un cambio de color!
Esto se hace igual tanto al principio de una vuelta como a mitad o al final, siempre empezando el punto con el color antiguo y terminándolo con el nuevo.
5. Ahora que ya sabes cómo cambiar de color, debes decidir cómo quieres llevar la hebra del color que no estás utilizando por la labor.
Tienes dos formas de hacerlo: por detrás (quedarán hebras flotantes de punto a punto) o por el interior de la labor (se conoce como tapestry).
Ambas tienen sus ventajas e inconvenientes:
6. Para llevar la hebra por detrás (en el lado revés), simplemente suelta la hebra del color antiguo al hacer el cambio de color y coge la nueva. Cuando tengas que volver a usar la hebra del primer color, cógela y llévala hasta el punto que vas a tejer, sin que quede demasiado tirante.
7. Un truco para que las hebras flotantes de la parte trasera queden mejor es mantenerlas siempre en el mismo orden cuando se entrecruzan: por ejemplo, el color base siempre por debajo del color contraste, etc.
8. Si vas a tejer muchos puntos con el nuevo color, de vez en cuando entreteje la hebra del color viejo entre los puntos, de esta forma no tendrás hilos demasiado largos en la parte de atrás, que podrían engancharse.
En la imagen puedes ver cómo queda el color base al dejarlo por la parte trasera y volver a recuperarlo varios puntos después. Haríamos lo mismo con el color contraste.
9. Otra de las formas en las que podemos llevar varios colores a la vez en un mismo proyecto es utilizando la técnica tapestry, que consiste en tejer los puntos sobre las hebras de color que no estamos utilizando.
La ventaja de este método es que no tendremos hebras sueltas en la parte de atrás, pero no es recomendable para trabajar con más de dos colores a la vez (ya que en el interior de los puntos las hebras sin usar ocuparían mucho espacio y cambiaría la tensión del tejido).
10. Para utilizar este método, al cambiar de color no sueltes el hilo del color antiguo, colócalo sobre los puntos que están sin trabajar y haz los nuevos puntos alrededor de él.
Cuando tengas que volver a cambiar de color, repite el proceso con el color contraste, dejándolo dentro.
11. Así quedaría la parte trasera de la labor utilizando la técnica tapestry. Para obtener mejores resultados, utiliza hilos del mismo grosor y peso, así la labor terminada tendrá más consistencia y será uniforme.
12. Y si lo que quieres es tejer a rayas, ¡no cortes el hilo al terminar cada vuelta de un color! Simplemente llévalo a través del borde, entrelazando las distintas hebras con el color que vas a tejer después, así las podrás recuperar cuando las necesites (y te ahorrarás tener que rematar un montón de hebras sueltas al terminar la labor).
¿Qué te parece? ¿Lo conocías? ¿Lo habías probado? ¿Conoces otra técnica? Cuéntanos tus experiencias y comparte tus fotos con nosotros y con la Comunidad WAK a través de Instagram usando el hashtag #weareknitters. Puedes ganar hasta 70€ en productos We Are Knitters cada mes 🙂 ¡Suerte!
1 comment
Muchas gracias 😉 es muy util
Saludos