Muchas veces nos encontramos ante este problema al inicio de un proyecto nuevo: ¿tendré suficiente cabo de lana para montar todos los puntos necesarios? ¿Tendré que deshacer el montaje y volver a empezar dejando más hebra? ¿O por el contrario me sobrará un montón y luego me veré justa cuando continúe tejiendo? ¡Pues eso se terminó con el método que os vamos a enseñar hoy! Ya no es necesario que calcules cuánta lana necesitas para montar puntos, ni que andes midiendo, es mucho más fácil que eso.
Esta forma de montar puntos utiliza ambos cabos del ovillo: el exterior y el que se encuentra en el interior del ovillo. Si tienes dos ovillos distintos del mismo color, puedes utilizar la hebra de inicio de ambos, como quieras.
- Haz un nudo corredizo con ambas hebras y colócalo en una de tus agujas de madera.
- Utilizando las hebras que vienen del ovillo de los ovillos, monta los puntos de manera habitual como harías en un montaje doble o de hebra larga (aquí tienes un tutorial para aprender este tipo de montaje por si no te acuerdas).
- Cuando tengas todos los puntos necesarios SIN CONTAR el nudo corredizo que hicimos al principio, corta una de las hebras, la que quieras. Deja un largo suficiente para rematar después.
- Da la vuelta a la labor y teje los puntos de la manera normal con la hebra que queda, ¡simple!
Como las dos hebras con las que montamos los puntos vienen del ovillo, da igual que montes 10 que 100 puntos, nunca te quedarás sin lana para el montaje. Ingenioso, ¿verdad?
Nuestra lana gorda es perfecta para toda clase de proyectos de punto y ganchillo, aquí la hemos utilizado en color azul marino, pero puedes escoger el color que más te guste y practicar este tipo de montaje hasta que te salga perfecto 😉