Se comenta en la oficina que tienes un pelo maravilloso. ¿Revelarías tu secreto?
Pura genética. No puedo decir más.
¿Qué querías ser de niño?
¡Uy muchas cosas! De pequeño quería ser conductor de ambulancias, por el ruido y las luces supongo. Luego pasé a querer ser dentista durante años. Ya después cuando fui creciendo un poco más vi que lo que realmente me gustaba eran los colores, las texturas, las formas. Todo lo que tuviera relación con la estética. Supongo que estaba predestinado.
¿Qué quieres ser de mayor?
Me encanta pintar, pero lo tengo totalmente abandonado. Es una asignatura pendiente que me gustaría retomar y explorar un poco más en el futuro, así que quién sabe…lo mismo dentro de unos años puedo decir que soy pintor!
Has fundado una gran empresa de knitting, ¿aplicas esta filosofía de vida a tu día a día fuera de la oficina? ¿Has conseguido enseñar a tejer a algún familiar cercano? ¿Planeas hacerlo?
¡Claro! Enseñé a mi hermana nada más empezar con WAK y a un par de amigos. Ahora ya saben tejer ellos solitos y tejen sus bufandas y gorros.
¿Cómo es uno de tus días en la oficina de WAK?
Bufff, pues depende mucho del día: hay veces que es una reunión tras otra de todo tipo; otras es una sesión de fotos porque vamos a lanzar una colección dentro de poco; otras viajamos a los países en los que estamos presentes, generalmente Francia, Alemania y EEUU y otras es mucho más aburrido y consiste en contestar la burrada de emails que me entran todos los días. En fin, no puedo decir que me aburra. Eso sí, vivo pegado al móvil…creo que ya se ha convertido en una prolongación de mi cuerpo.
Nadie dijo que fuera fácil, ¿qué es lo que más te ha costado en estos años? ¿El mayor sacrificio? ¿Y la mayor satisfacción?
La mayor satisfacción claramente es ver hasta dónde hemos llegado y los nuevos retos que nos van surgiendo. Es muy gratificante ver que las cosas poco a poco van saliendo y que haya gente a la que le guste tu trabajo. Me gusta mucho leer los comentarios que nos llegan a través de Instagram o Facebook, tanto los positivos como los negativos. De estos últimos se aprende y se mejora mucho.
El mayor sacrificio supongo que es no desconectar en ningún momento. A estas alturas ya veo normal estar en la playa en vacaciones contestando correos. Pero bueno, no me puedo quejar, es un trabajo y un modo de vida que he escogido yo y que tiene una contrapartida positiva mucho mayor que la ‘negativa’.
¿Cuál es tu momento favorito para tejer?
Debo reconocer que según ha ido pasando el tiempo he ido tejiendo cada vez menos. Pero si hay un momento que me guste es después de cenar cuando estoy viendo la serie de turno a la que me haya enganchado. Me encanta eso de poder usar el hashtag #knitflix 😉