¡Hola de nuevo!
Tengo que contarte algo que esta semana me tiene realmente ilusionada. Es la séptima semana preparándome para la Maratón NYC y ayer corrí la mayor distancia hasta el momento; 29 km (unas 18 millas)
Pero no todo son buenas noticias; el tiempo deja de acompañarme, cada vez hace más y más frío. Menos mal que llevo el ovillo de la lana conmigo y algo de frío me quita.
Como ya sabes corro cerca del río donde el viento sopla aún con más fuerza. Esta semana soplaba tan fuerte que el hilo de lana turquesa que iba tejiendo comenzó a agitarse a mi alrededor, llamando aún más la atención.
Como si no fuera suficiente con la de gente que me mira ya. :/
Pensé que tardaría más de 3 horas en terminar esta carrera, pero por sorpresa para mí, la terminé en menos tiempo. Mi mejor marca en menos de 3 horas. ¡Toma! 🙂
Empezó a llover justo cuando estaba terminando de correr. No fue una buena experiencia. Correr con lana empapada alrededor del brazo no es nada cómodo, incluso es algo molesto.
Esperemos que el día del Maratón no llueva, porque ahora que pienso en esta opción, me parece algo horrible.
Las piernas me duelen muchísimo después de estas carreras tan largas. Pero sé que mi cuerpo y mi mente están preparados para el gran día.
Que por cierto ya está a la vuelta de la esquina
¡Te veo la próxima semana!
Meredith.