Hoy en nuestras Knitters Series te presentamos a Teté García, diseñadora y fundadora de The Happy Crochet.
El ganchillo se ha convertido en uno de sus hobbies favoritos, y su especialidad son los blanditos y adorables amigurumis.
Trabaja como ilustradora y diseñadora gráfica en una agencia de Madrid.
Hemos charlado con ella para conocerla un poco mejor. Te animamos a que la sigas en Instagram o Twitter.
¿Desde cuándo tejes?
Desde muy pequeña siempre me ha gustado coser, hacer punto de cruz y cotillear cuando mi madre me hacía los disfraces de carnaval (aún guardo algunas labores que hice con tan solo 3 añitos).
Empezar a tejer, lo que se dice tejer, empecé hace casi dos años.
¿Cómo has aprendido a tejer? ¿Quién te enseño?
A mí lo que más me gusta es el ganchillo y aprendí de forma autodidacta con tutoriales en Youtube.
Poco a poco, y con mucha paciencia, voy perfeccionando mi técnica y me atrevo con patrones cada vez más difíciles.
Hace poco me atreví a probar con las dos agujas. Mi madre ha sido una gran maestra, aunque vuestros tutoriales también me han ayudado mucho.
¿Cómo surge The Happy Crochet?
Mis primeros trabajos eran muy básicos y casi siempre reproducía patrones que encontraba. Cómo soy ilustradora y diseñadora pensé que podría adaptar algunas de mis ilustraciones al formato ganchillo, y así surgieron los unicornios, y acto seguido The Happy Crochet.
Gracias también el apoyo de mucha gente, a la que le gustaban las cosas que iba haciendo, y que siempre me han animado a llevar este proyecto a otro nivel.
En The Happy Crochet podéis encontrar unicornios redonditos y adorables, turbantes, tanto para invierno como para verano, peluches, cactus…
¿En 3 palabras cómo definirías lo que es para ti tejer?
Aprender, relajación y creatividad.
¿Prefieres tejer para ti o para los demás?
Me encanta tejer para los demás, y lo hago con mucho cariño. Me gusta regalar algunas de mis labores porque la gente aprecia muchísimo las cosas hechas a mano.
Aunque he de confesar que siempre me quedo con alguna de las piezas, sobre todo cuando hago algún complemento, como los turbantes.
También me encanta hacer cosas para bebés, tanto peluches como diademas. Tengo una sobrina y siempre que hago algo nuevo se lo tengo que regalar.
¿Cuál es tu tipo de punto preferido?
El punto Espiga me gusta mucho, la primera vez que lo hice con ganchillo me sorprendí de la textura tan bonita que quedaba.
Pero con un punto bajo y un punto alto se pueden hacer maravillas. Sólo hay que añadirle un poquito de creatividad y ¡listo!
¿Cuál es tu kit favorito de We Are Knitters?
Voy a decir que mi primer kit, el Broome Beanie. Me lo regalaron y fue mi primer contacto con unas agujas de punto. Fue un reto para mi y el resultado me gustó muchísimo.
Espero llegar algún día a poder realizar alguna prenda de vestir, es uno de mis próximos retos.
¿Lana gorda, lana fina, algodón, trapillo o baby alpaca?
Lana fina. Me encanta hacer amigurumis y al final siempre acabo eligiendo lanas un poco más finas.
Aunque llevo una temporada enganchada al trapillo, es mucho más rápido de tejer y en seguida tienes un cesto para las pinzas, o un bolso de mano.
¿Cuál es tu momento preferido del día para tejer?
No podría eligir sólo un momento 🙂 ¡cualquiera es bueno!
Suelo tejer cuando estoy viendo una serie, o escuchando música, en la cama o en el sofá, y también me gusta tejer al aire libre.
Algún truco para tejer que quieras compartir con los knitters.
El único truco que tiene el arte del tejer es la paciencia y tener muchas ganas de aprender. Con esas dos cosas se puede hacer todo lo que uno se proponga.
Yo todavía me considero aprendiz, y creo que siempre lo seré, cada día encuentro cosas nuevas que quiero empezar a tejer.
Un consejo para una persona que quiera empezar a tejer.
Que practiquen mucho antes de empezar cualquier labor, porque sino puedes acabar cansado de no conseguir resultados.
Repetir, repetir y repetir.
También tener un buen material, una buena lana o algodón y una agua que te sea cómoda en la mano, seguramente le resulte más fácil aprender.
Es lo bueno de tejer, que lo puedes hacer en cualquier lugar y en cualquier momento, solo necesitas una aguja (o dos) y un ovillo. 😉