Veamos cómo se realiza:
Vuelta 1: haz 1 nudo corredero y 1 cadeneta. Haz otra cadeneta y estira la hebra unos 2 cm. Coge hebra y mantenla separada con el dedo. Pasa esta hebra por la anilla que llevas en el gancho y haz 1 punto bajo en el agujero creado por la hebra que mantienes separada. Así has realizado la primera lazada con su primer punto salomón. Repite tantas veces como quieras para conseguir la anchura de tejido deseada. Tendrás que terminar con un número par de lazadas.
Vuelta 2: cuenta 4 lazadas e introduce el gancho en el quinto nudo salomón. *Haz 1 punto bajo y estira esa misma hebra unos 2 cm para formar la siguiente lazada. Haz en total 2 lazadas con 2 puntos salomón. Deja dos lazadas libres e introduce el gancho en segundo punto salomón.* Trabaja repitiendo la secuencia de * a * toda la vuelta.
Vuelta 3: haz 3 lazadas con 3 puntos salomón. Da la vuelta al tejido y teje el punto bajo en el nudo que queda al medio de las 2 lazadas superiores de la línea anterior. *Vuelve a hacer 2 lazadas con 2 puntos salomón y un punto bajo en el nudo que queda en medio.* Trabaja repitiendo la secuencia de * a * toda la vuelta.
Repite la vuelta 3 hasta conseguir el largo deseado.
Así es como realizamos esta textura calada tan bonita, que es ideal para realizar chales y bolsos de verano. Dependiendo del material con que la tejamos, esta labor tradicional adquiere un estilo más moderno. Si pruebas a tejerla con nuestra Tape, observarás un resultado muy parecido al macramé.
Como siempre, te animamos a compartir con nosotros tus creaciones en Instagram, usando la etiqueta #weareknitters. Nos encantará ver qué se te ocurre hacer con el punto salomón.